Como dije en el comienzo de mi niñez viví en el campo, un lugar alejado de la ciudad, hermoso, rodeado de naturaleza, ríos, aves y muchos animales. Allá cada día era único, cada verano inolvidable, pues siempre a fines de febrero era la esperada cosecha de trigo, donde se reunía gente de todos lados, familiares y amigos que venían a ayudar, a y aquellos primos que terminando el colegio se quedaban en casa toda la temporada de verano. Había licor, (vino) y comida en abundancia, cosa que las personas que acudían a ayudar se fueran con la pancita llena y el corazón contento.
A estos eventos campesinos se les denomina “Trillas”, en donde la gente cosecha el trigo luego de haber terminado todo su proceso de maduración. En aquellos años aproximadamente mi abuelo y mi padre sembraban cuatro sacos de trigo de los cuales cosechaban entre 100 a 200 sacos. Habían años en que las trillas duraban mas de una semana, lo que quiere decir que mi casa estaba llena de gente que contaban sus historias alrededor de una fogata antes de irse dormir mientras se tomaban su buen vaso de vino ( En realidad eran varios vasos).
Que tiempos aquellos, las tradiciones se pierden, los niños crecen, los familiares mueren, la gente cambia y ya nada es igual.
eras una salvajita
ResponderEliminarjaja aun sigo siendo salvaje! solo trato de ocultarlo...
ResponderEliminar