Bueno aquí va la historia de hoy:
Hace algún tiempo, aproximadamente un año, una gran amiga me cuenta que encontró al amor de su vida. Fue el inicio de una relación muy compleja, debido a que cada uno tenia un pasado que afectaba su presente y sus nuevas decisiones, pero, poco a poco fueron solucionando todo y traspasando cada barrera juntos.
Con el paso del tiempo deciden ir a vivir juntos, y dar mayor formalización a la relación. Ella estudia medicina y el es administrador.
Con la llegada de la vacaciones de verano ella decide irse unas semanas a la casa de sus padres que viven en una ciudad a pocos kilómetros de distancia de donde ella vive.
Un día, como siempre, antes de dormir llamó a su pareja para darle las buenas noche. Marco proximadamente unas tres veces y nada, no contestó. Al principio dijo; ya debe estar dormido, hoy tenia mil cosas que hacer. Pero no se quedó tranquila, esta vez algo le decía que las cosas no andaban bien. Volvió a marcar y nada, a la segunda vez se contesto el teléfono y se escuchaba muy lejos la voz de el y alguien mas.

Llego la hora de irse a dormir y no podía conciliar el sueño. Se dio mil vueltas en la cama pensando en que podía estar pasando y quien era la persona que se escuchaba al teléfono. Y así fue como dieron las 5 de la mañana y sin poder dormir se levanta y se va al terminal de buses a esperar a que saliera el primer bus del día. No daba mas de la desesperación, algo en su interior le decía que algo extraño estaba ocurriendo.
Luego de viajar de madrugada, dos horas, llega a casa... Y ahí estaba... la esperaba una escena que nunca podría borrar de su mente. El amor de su vida, el hombre perfecto, en la cama con otra mujer y totalmente desnudos, tratando de justificar lo injustificable, echándole la culpa al calor, las copas y mil factores externos.
Bueno, en conclusión, cuantas veces uno llama una o dos veces a su pareja y si no contesta uno dice; debe estar ocupado, descansando o dormido, mañana le llamaré. Mi amiga en mas de una ocasión hizo eso, pero esta vez algo le decía que algo andaba mal, al punto de viajar en pijamas a investigar que ocurría.
Hoy en día le da gracias a su intuición femenina el haberse sacado un patán de encima, el problema es que ahora confunde intuición con sugestión.
Así que ojo, una nunca sabe... hay que hacerle caso a ese sexto sentido femenino, por que muchas veces a primera vista no nos damos cuenta de lo que realmente ocurre, pero si comenzamos a parar las antenitas parabólicas podemos evitar un error enorme, podemos evitar un costalazo a gran altura!! Es mejor tener los pies bien puesto en la tierra!